TEATRO CLÁSICO: INGLÉS, ESPAÑOL Y FRANCÉS


La teatralidad forma parte de la vida europea en estos siglos, así se ve en la cantidad de fiestas populares y religiosas o en las grandes celebraciones aristocráticas. Este sentido del espectáculo, del artificio, ayuda a fusionar las tendencias teatrales populares y cultas lo que dará lugar al nacimiento de los teatros nacionales inglés, español y, posteriormente, francés. El teatro se convierte en un espectáculo de masas y reproduce en sus textos la vida, los sentimientos y las necesidades de las gentes. Es por esta razón que las autoridades quieren controlar su moralidad. Esta reglamentación se realizó también sobre los textos: debían de ser verosímiles sometiéndose a las tres reglas: tiempo, lugar y acción. Según si se respetaban o no estas reglas, aparecieron dos tendencias:
    El respeto de las reglas define al teatro clásico francés de la segunda mitad del siglo XVII. Además, en Francia, tragedia y comedia se diferencian claramente.
    La ruptura de las unidades define al teatro inglés y español. En lo que se refiere a lo trágico y lo cómico en España e Inglaterra se mezclan de forma desigual.